Evaluación de mi cámara Canon IXUS 130 HS

Como alguno ya sabéis, hace meses jubilé mi vieja cámara Pentax de 3.1MP y di el salto a una Canon IXUS 115 HS de 12,1MP. Sigo en el mundo de las compactas porque, honestamente, la mayor parte de las veces lo que quiero es hacer una fotografía sin pensarlo demasiado, y no tener que cargar con el peso de una reflex (a pesar de que, como es lógico, reconozco les reconozco mayor potencial).

Y tras este periodo de prueba, y mis viajes por Ucrania (Kiev), China (Shangai, Xi’An, Pekín) y Rusia (Moscú, San Petersburgo, Nizhni Novgorod, Kazán) y haberla probado en diversas situaciones, puedo decir que estoy relativamente satisfecho con el resultado, y os aportaré unas fotografías para que podáis comprobarlo.

En la mano, los 140 gramos de peso, sus medidas (93x55x19mm) y la construcción metálica de la cámara hace que parezcan un modelo ligero, pero también robusto y con un tacto realmente agradable. En mi opinión Canon ha hecho, en general, un buen trabajo con el aspecto externo de la gama IXUS.

Como en toda cámara compacta, el frontal posee el el objetivo con su lente (28-112mm), flash y un LED testigo que se ilumina al realizar las fotografías y nos informa también, cuando efectuamos disparos en automático, del tiempo hasta el disparo.

En superior encontramos el disparador, rodeado por el regulador de zoom (los usuales 4x de toda compacta). Encontramos también el interruptor de cambio entre el modo automático y programable, y el botón de apagado y encendido y micrófono.

Merece la pena hacer notar que el regulador se desplaza a izquierda o derecha para aumentar o decrementar zoom y vuelve a su posición central cuando estamos satisfechos. Esta posición se recupera con un muelle que, en algunos modelos antiguos de IXUS, tiene tendencia a fallar, si bien en mi cámara aún no ha dado ningún problema.

En cuanto a la parte trasera, esta IXUS carece de visor óptico a cambio de una pantalla de 3″. Como siempre, cada uno pensará que es buena o mala idea. En mi opinión el visor óptico en una compacta es normalmente prescindible pero extremadamente necesario en situaciones de poca luz pero en las que vayamos a sacar la fotografía con flash (el ojo humano sigue viendo mejor que la lente).

Contamos con pocos controles, pero que nos dan acceso a todas las funciones sin dificultad: Botón de grabación de video, cruceta direccional con botón central para navegar por los menús y acceder a las principales funciones desde el modo disparo, botón menú y botón de visualización de videos y fotografías (si se presiona con la cámara apagada, la enciende en modo visualización pero no despliega el objetivo).

Y hasta aquí la descripción física.

En cuanto a lo verdaderamente importante (las fotografías, y en menor medida el video), podemos complicarlo o hacerlo simple.

Para los novatos el modo automático les sacará de la mayor parte de las situaciones con éxito, ya que escogerá el programa más adecuado para la escena. Como siempre el mayor problema lo tendremos con las escenas con poca o demasiada luz, en las que merece la pena hacer pruebas en modo programable.

El modo “programable” tiene ajustadas diversas configuraciones preprogramadas o, para los más atrevidos un modo en que podemos configurar gran parte de las funciones de la cámara (apertura, exposición, medición de luz, balance de blancos…).

Podemos también grabar video, incluso en HD (alta definición) si lo deseamos, con una calidad bastante razonable, como podéis observar en este vídeo que un usuario ha publicado en Youtube.

La cámara cuenta con una batería extraíble de 760 mAh, de una duración realmente buena. La “pega” es que para recargarla tenemos que extraerla de la cámara y emplear una pequeña base cargadora que nos dan con la cámara. No se puede cargar por USB ni enchufando la cámara a una toma de pared.

Las fotografías se almacenan en tarjetas SD, SDHC o SDXC (y sus correspondientes equivalentes Micro, con un adaptador) y pueden sacarse de la cámara a través de un lector para la tarjeta o bien con su cable USB. En este caso la cámara no se comporta como un disco duro o lápiz USB, sino como un dispositivo tipo cámara del que podemos sacar las fotografías, pero compatible con Windows, MacOS y GNU/Linux.

Y también, afortunadamente, cuenta con una salida HDMI que podemos conectar a un dispositivo externo para reproducir el contenido de la cámara.

En mi opinión, por unos 150€ que cuesta aproximadamente la cama (5.900 rublos me costó a mi en Rusia), creo que es un cámara que desempeña muy bien su tarea como compacta.

Y finalmente, vamos con una batería de fotografías hechas por mi mismo (pincha en la imagen para verla en grande).

Shangai, en pleno día pero nublado.
Shangai, en pleno día pero nublado.
Shangai, en pleno día. Se puede apreciar el ligero abombado en las zonas cercanas a los bordes.
Shangai, en pleno día. Se puede apreciar el ligero abombado en las zonas cercanas a los bordes.
Xi’An. Una escena con movimiento, de noche y sin trípode.
Moscú, al atardecer y desde un barco en el río.
Moscú, al atardecer y desde un barco en el río.
Moscú. Fotografía "casi" estática, de noche y sin trípode
Moscú. Fotografía “casi” estática, de noche y sin trípode
Kiev. Museo de la Victoria. Zoom máximo a pleno día.
Kiev. Museo de la Victoria. Zoom máximo a pleno día.
Una panorámica a pleno día en Nizhni Novgorod
Una panorámica a pleno día en Nizhni Novgorod

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